Pages

Friday, August 01, 2008

Austrian Diary (2008 - XVI)



Agosto 11. "Monopolio" bajo libre competencia, versus monopolio forzado.

Es muy curioso que uno de los principales argumentos de los críticos al libre mercado es que tiende a la formación de grandes monopolios y concentración de riqueza. Curioso y falso.

Curioso, porque son los mismos que sostienen la idea de que el estado debe monopolizar servicios, propiedad, industria, etc, eliminando la libre competencia.

Falso, porque bajo un libre mercado real, es imposible mantener a largo plazo un "monopolio", porque su único medio de supervivencia como tal es que brinden un servicio tan bueno que nadie elija a la eventual competencia que pueda aparecer. En la realidad, un monopolio bajo libre competencia sólo subsiste temporalmente porque aún nadie ha sido capaz de ejercerla, es decir, de ofrecer una relación calidad/precio más conveniente para alguien. Y si aún en teoría fuese posible sobrevivir como monopolio de esa manera, ¿cuál es el problema? ¿cuál es la crítica? Si lo hace es precisamente porque es elegido por los consumidores.

Ni siquiera es posible sostener un monopolio simplemente comprando a la competencia. Quienes afirman esto ignoran completamente la inteligencia humana (y por tanto, las leyes del mercado, que derivan de ella). Presumen que el ser humano no es más que un agente autómata. Pues por un lado, los precios monopólicos instigan continuamente a la aparición de nueva competencia deseosa de obtener grandes ganancias, para lo cual tienen que ofrecen mejor relación calidad precio. Con cada empresa pequeña que compra la grande, aparecen más en el horizonte. Al mismo tiempo, ese mismo afán de lucro y las propias acciones de compra por parte de la empresa grande, incrementan más y más la cotización de las empresas pequeñas que surjan, lo cual no solo instiga aún más la aparición de competencia, sino que hace cada vez más económicamente inaccesible comprarla, hasta para la empresa más grande y poderosa.

Para cualquier ejemplo que alguien dirija en sentido contrario, un análisis menos superficial y sin prejuicios le revelará que o bien en algún punto está el estado limitando la competencia, o bien ni siquiera es un ejemplo de monopolio (es increíble con qué frecuencia se utiliza falsamente el término monopolio en los discursos estatistas y populistas)




Agosto 6. Monopolio público versus libre competencia.

Hoy escuché en el informativo la indignación de un comerciante que en dos meses fue asaltado seis veces. Sus declaraciones fueron aire fresco para mí. Dijo que ya no iba a pagar más los impuestos, que él siempre cumplió con los impuestos y a cambio no recibe la seguridad por la cual está pagando.

Seguramente no va a tener suerte. El estado va a usar la fuerza contra el comerciante para que pague sus impuestos. Así funcionan los monopolios del estado. No hay alternativas para elegir libremente, ni posibilidad de desarrollarlas. Cualquier intento de competencia es rechazado por medio de la fuerza. Cualquier intento de no pagar por un servicio que no se recibe nunca, es castigado por medio de la fuerza. Si una organización privada hiciera lo mismo, sería denominada organización mafiosa al margen de la ley. Claro, la ley del estado protege la mafia del estado.

Y cualquier crítica al pésimo o inexistente servicio se considera un ataque político de los medios y la oposición. Bajo libre competencia, es decir, la manera en que se manejan todas las empresas privadas no protegidas por el estado, éstas tienen que brindar un buen servicio sino pierden clientes en favor de la competencia. Pero el estado puede hacer mal las cosas en sus servicios monopólicos. Porque mantiene su monopolio por medio de la fuerza. Y porque obliga a la fuerza a pagar aunque el servicio no exista.

Si los políticos realmente estuvieran preocupados por que la gente reciba buenos servicios, entonces permitirían que otros brindaran los servicios que ellos son incapaces de dar. Pero no, su interés es otro. Su interés es lucrar con la creencia de la gente en el estado como sustituto secular de la mística de los dioses. Y por eso, aunque la educación sea mala, aunque la seguridad sea mala, aunque sea incapaz de invertir en energía e infraestructura, aunque sea tan ineficiente para gastar, aún así, no permiten la competencia. Y aún así, la gente cree en el estado.

Sobre el mismo tema, ver mi artículo sobre monopolios públicos.




Petróleo privado versus petróleo público.


Estamos acostumbrados a leer en diversos medios políticos acerca de los poderosos lobbies que controlan el mercado petrolero, y referirse en este caso a las empresas privadas petroleras. Sin embargo, esta es una de las grandes mentiras del discurso dominante. El 2% de los yacimientos mundiales de petróleo es propiedad privada, mientras que el 98% es controlado por estados (principalmente los países de la OPEP, incluyendo Venezuela e Irán). Curiosamente, el 8% de la producción mundial de petróleo proviene de las empresas privadas, mientras que el 92% proviene de las empresas estatales. Es muy curioso puesto que las leyes del mercado que tanto denigran los mismos críticos que condenan a las empresas privadas, son la razón de la eficiencia y la cantidad con la cual producen Observen bien: 2% de los yacimientos, 8% de la producción, frente a un 98% de yacimientos estatales que proveen el 92% del petróleo mundial. Si los estados productores de petróleo lo produjeran con la misma eficiencia que los privados, tendríamos una producción mundial casi cuatro veces mayor a la actual. ¿Quiénes son entonces los malvados que quieren llenarse de dinero restringiendo la producción y aprovechándose de la fuerte demanda y necesidad de la sociedad global?




Agosto 1. Expansión privada versus expansión pública.


Cada vez que una empresa privada compra a otra, gritan de horror los socialistas. «Cada vez más riquezas en manos de menos personas!» [1]. Mientras, el estado venezolano compra cada vez más empresas con las enormes rentabilidades del petróleo. Chávez y sus burócratas controlan cada vez más empresas, y los socialistas gritan pero de alegría. Más si Chávez tira unos pesos a la masa pobre y aprovecha su bobera con discursos grandilocuentes y nacionalistas, como si "del estado" significara "del pueblo", no importa que mientras la economía se desmorone con graves índices de inflación y devaluación, que cada vez produce menos por ineficiencia y ausencia de competencia, o que los burócratas se llevan gran cantidad de las rentas.

[1] Aunque ni siquiera sea cierto. Cada vez hay más empresas compitiendo y más riqueza. Por cada empresa pequeña que una grande compra, aparecen otras mil en las sociedades más liberales. Y las grandes no garantizan su supervivencia o control del mercado comprando a otras.




Julio 31. Servicio privado versus servicio público.


Si bien el problema más general no es privado versus público, sino monopolio versus competencia, en países como los nuestros el privado versus público también pesa y mucho: los servicios privados buscan mejorar para ganar más, siempre y cuando el estado no los proteja de la competencia. Mientras, los sindicatos de los servicios públicos piden que les paguen más para mejorar los servicio. ¿Se imaginan a una empresa privada anunciando a sus potenciales clientes: «cómprenos a nosotros! nosotros les cobramos más que la competencia para poder ofrecer mejores servicios que ellos!»? Claro, la diferencia es que para alimentar a los servicios públicos, se recurre al uso de la fuerza, en cambio a los servicios privados no les queda alternativa que proveer mejores servicios o desaparecer.

2 comments:

  1. Decía Peter Bauer que la diferencia entre servicios privados y servicios públicos era absurda y hasta podría ser considerada como su contracara: las empresas privadas son "públicas" en el sentido de que siempre están dispuestas a establecer tratos con todos aquellos que lo deseen, mientras que las servicios públicos son "privadas" en el sentido de que los únicos que tienen participación en ellas son los burócratas del Estado y no el ciudadano común.

    Me hace acordar a la reciente estatización de Aerolíneas Argentinas, un servicio tan público... que sólo una pequeña porción de las clases más altas tienen acceso a él. ¡Como si las clases populares pudieran viajar en avión o en tren bala!

    ReplyDelete
  2. See, la estatización de empresas no es más que un instrumento de poder de la clase política, no tiene nada que ver con proteger los intereses del pueblo ni de la nación ni de nada. Los únicos intereses que se protegen son las ansias de poder y los privilegios de los burócratas y los sindicatos. Lamentablemente es demasiada la gente que se traga el versito.

    ReplyDelete