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Thursday, March 03, 2011

La rebaja de impuestos y la distribución de la riqueza


La ignorancia no es pecado. Nadie puede saberlo todo. El problema es cuando nuestro destino está en manos de ignorantes y, peor aún, quienes gobiernan son tan arrogantes que no ven su propia ignorancia y al contrario, manifiestan alegremente unos cuántos disparates con aires de autoridad sobre el tema. Se creen que los principios de la economía provienen de una votación mayoritaria o una discusión del tema en una asamblea de militantes políticos.

La rebaja del IVA no sirve para nada --nos dicen frente a las cámaras de televisión--, porque nada garantiza que los empresarios vayan a rebajar los precios al consumidor. Además castiga al más pobre.

Si bien es cierto que estas palabras han salido desde ciertos sectores políticos, no he oído a nadie, ni del ministerio de economía, y ni siquiera de la oposición, que haya salido a rebatir este desopilante argumento. Parece que hay ciertas cosas que no se deben cuestionar, porque argumentar contra lo políticamente correcto supone un costo político.

Pues bien, semejante afirmación demuestra el total desconocimiento de los principios más elementales de la economía que caracteriza a algunos de los que tenemos que soportar en el gobierno con cara de malos y autoritarios, como si además tuvieran el santo derecho a someternos. Pues no tiene ninguna relevancia si los empresarios bajan o no los precios. Si no lo hacen, por supuesto, obtienen más ganancias(que endiablados estos empresarios obteniendo más ganancias). Pero el superficial conocimiento de muchos no permite que su "análisis" pase de este punto, si se puede llamar análisis a eso.

En una economía de mercado, donde el gobierno más o menos permite la libre competencia y no provee demasiados privilegios monopólicos u oligopólicos en las áreas económicas en cuestión, los empresarios no tienen otra salida que competir. Y tener que competir significa, que con la rebaja del IVA o cualquier otro impuesto, y el mayor margen de ganancias:

1. Algunos empresarios optarán por bajar sus precios (distribuyen las ganancias a los consumidores)

2. Otros, optarán por contratar más empleados (distribuyendo las ganancias a nuevos trabajadores, o generando un movimiento laboral que también culmina en el mismo efecto) para mejorar sus servicios y su productividad (incrementando la oferta y, por tanto tendrán que bajar sus precios al consumidor para colocarla, distribuyendo ganancias una vez más a los consumidores)

3. Otros, optarán simplemente por invertir en más productividad sin contratar a nadie (incrementando de todas formas la oferta y presionando los precios a la baja)

4. Las mayores ganancias atraen nuevos inversores y empresarios (muchos incluso ex-empleados) que formarán nuevas empresas que contratarán empleados e incrementarán la oferta, con exactamente los mismos efectos distributivos.

5. Aún los empresarios que al principio no quieran hacer nada de esto (aunque ya es un escenario irreal), se verán forzados tarde o temprano a hacerlo, dado que aunque no se produzca ninguno de los fenómenos del 1 al 3 con los actuales proveedores, el fenómeno 4 SIEMPRE se produce, al menos en un mercado no lo suficientemente intervenido por el estado y que no limita seriamente la competencia, y en una sociedad donde exista un mínimo de iniciativa privada para explotar los espacios de rentabilidad.

De hecho, reducir impuestos ES permitir mayor competencia, y además, es permitir mayor competitividad. Al reducirse impuestos se están creando nuevos espacios de rentabilidad que son explotados por nuevos empresarios o por empresarios ya establecidos ansiosos por hacerlo, y al hacerlo, incrementan la oferta, haciendo bajar los precios. Poco importa si el precio baja de tal forma que para un empresario ya establecido en el ramo no signifique una ganancia neta expandirse (cosa que de todas formas no tiene por qué suceder, pues si el emprendimiento existente es eficiente, la baja de precios se compensa con los menores costos de producción). Porque para cualquiera que ingrese a competir la rentabilidad es muy aprovechable.

Y vemos además cómo, al contrario de cómo lo muestran quienes nos dicen que es un horripilante pecado, la búsqueda del lucro de los emprendedores en un régimen de libre mercado no sólo es absolutamente compatible con el mejoramiento de la oferta y la calidad de vida de los consumidores, sino que de hecho conduce a él.

Todo esto es lo que no son capaces de ver los que sólo sirven para aparecer en cámaras y micrófonos a hacerse los santos defensores de los que tienen menos. El mercado SIEMPRE distribuye mucho mejor que el estado. Porque el estado distribuye sólo con el propósito discursivo de igualar ingresos, pero con el propósito oculto de crear clientes políticos, que es de hecho lo único que logra, además de igualar hacia abajo (y generando la necesidad de alimentar a más clientes políticos). El mercado, en cambio, cuando se lo deja, distribuye como fenómeno inseparable del aumento productivo, del aumento del empleo, del abaratamiento general de costos, y no creando seres dependientes de la dádiva estatal, sino al contrario, creando nuevas oportunidades de independencia económica a todos los sectores de la población, muchos de los cuales hoy en día no tienen esas oportunidades, no porque el mercado sea malvado, sino justamente porque el estado mediante impuestos por ejemplo, limita esa capacidad natural que tiene el mercado de distribuir al mismo tiempo que genera riqueza e independencia económica.

Entiéndalo bien: estado = más pobreza y más dependencia. mercado = más riqueza y más independencia. Y usted debe ser consciente de que si elije la doctrina igualitarista, es decir, distribuir mediante expropiación y el uso de la fuerza, está eligiendo lo primero. El mercado no será tan eficiente para igualar (aunque de todas formas lo hace a través de los mecanismos apuntados arriba) pero lo que da a cambio es mucho mejor y más importante que la igualación engañosa que prometen los políticos si los llevamos al gobierno. A menos que alguien me diga que es mejor la pobreza y la dádiva del gobierno de turno. ¿Verdad que no?

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4 comments:

  1. Excelente como siempre.
    Lo peor es que no es muy difícil darse cuenta de estas cosas (si se entiende un poco el efecto de la competencia). Pero pareciera que a la gente le ponen un dulce en la boca y así se quedan tranquilos de que los políticos nos van a dar una mejor vida.

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  2. Vos sabes que si quedo en el concurso para ingresar al B.H.U ya no le voy a robar tanto a la gente, van a sacar la escala patrón única y el salario vacacional y aumentos por debajo de la inflación,(ya firmó el acuerdo aebu..shhh) así que si entro no me voy a sentir tan culpable! genial el blog como siempre

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  3. Me gusto como llegaste a la conclusion "estado = más pobreza y más dependencia. mercado = más riqueza y más independencia".

    Lobo me podrias decir quien dijo eso del IVA? Es que estoy en el exterior.

    A anonymous: no me parece que estes robando por buscar un empleo publico si te es mas ventajoso. Tiene sentido ser robado por el estado y no intentar recuperar nada? No se trata de ser nabo. Por otro lado, un empleo publico no te va a dar ningun incentivo a mejorar y va a ir matando tu entusiasmo dia a dia, imperceptiblemente hasta que realmente te conviertas en un triste "empleado publico". Si no queres caer en esa trampa por mucho tiempo persuadi a la gente a amar la libertad, actua y vota en consecuencia.

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  4. nacho, el gobierno (por una santa vez) habló de bajar 2 puntos el IVA (irrisorio, pero algo es algo), y ya salieron los sectores de siempre (comunistas, pitcnt) a hablar en contra de la rebaja con los argumentos mencionados.

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