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Thursday, December 13, 2012

Gobierno y corporaciones

Lo primero que pregunto cada vez que se acusa a la libertad de mercado de favorecer a los más fuertes es, ¿por qué entonces cada vez que hay una crisis, los gobiernos intervienen en el mercado para salvar precisamente a esas grandes corporaciones?

Si el gobierno interviene en el mercado, el mercado no es libre. Si el gobierno socializa las pérdidas de algunos con dinero de todos, el mercado no es libre. Y no es libre no porque las "grandes corporaciones" utilicen un supuesto control sobre el mercado que proviene de su "poder económico", sino que en todo caso utilizan la influencia que tienen sobre los gobiernos, para a su vez utilizar su poder para intervenir en el mercado en su favor. Y eso queda precisamente demostrado con el hecho de que frente a una gran crisis, muchas grandes empresas no pueden sobrevivir sin la ayuda del gobierno. Por lo tanto, a esta altura de los hechos, nadie dispuesto a usar la razón puede afirmar que el libre mercado no puede existir porque las grandes corporaciones utilicen su "poder" en el mercado para aplastar a la competencia. Es exactamente al revés: sin intervención del gobierno, la competencia es imposible de detener, y miles y miles de nuevos competidores le hacen la vida muy difícil a las grandes empresas, que deben adaptarse constantemente a un medio cambiante, al igual que cualquier otro, o en caso contrario desaparecen, como tantas han desaparecido ya, o hubieran desaparecido si no fuera por la intervención divina del gobierno.

Sin embargo, muchos antiliberales observan con acierto que a menudo las corporaciones de hecho tienen poder de lobby sobre el gobierno, pero caen en una nueva falacia al intentar explicar este fenómeno. Muy bien, nos dicen, no es a través de los propios mecanismos del mercado que las corporaciones lo controlan, sino a través del gobierno. Pero es que justamente el libre mercado ha hecho que las corporaciones tengan más poder económico que los gobiernos. Lo que debemos hacer entonces es darle más poder al gobierno para controlar más al mercado y oponerse a las corporaciones.

Este "nuevo" argumento adolece de contradicciones evidentes. Primero, si una gran empresa necesita que el gobierno lo rescate, no tiene sentido afirmar que el mayor poder económico de dicha empresa es lo que influencia al gobierno a rescatarlo. Si tuviera más poder económico que el gobierno, no necesitaría ningún rescate de éste. A lo más podríamos decir que tendrá algo de capacidad económica para influenciar a los políticos a usar el enorme poder del gobierno para rescatarlo. Pero ese poder reside en el gobierno, y no en el que hace uso de él.

Segundo, si es el propio gobierno el instrumento para que las corporaciones controlen a la sociedad, entonces la solución obvia no es darle más poder al gobierno, sino quitarle el que tiene. ¿Con qué propósito se le debería dar más poder al gobierno para intervenir en el mercado y "protegernos" de las corporaciones? si es justamente la ausencia de intervención el peligro para ellas. ¿Cómo exactamente más poder para el gobierno conduciria hacia mayor control sobre las corporaciones? Si es justamente ese poder el que necesitan para sobrevivir a costa de otros.

La terrible falacia proviene de ver al gobierno como un bando que tiene que oponerse a otro, cuando el gobierno no es un bando, sino un medio, un instrumento. Darle más poder al gobierno para oponerse a las corporaciones, es como intentar controlar a los delincuentes proveyéndoles de armas más poderosas que sean capaces de oponerse a quienes la usan. Es decir, un absurdo.

Los que en todo caso pueden conformar un bando son los políticos que ocupan el gobierno. Pero incluso cayendo en la ingenuidad pueril de que entonces todo depende de qué bando ocupe el gobierno ("si son los buenos, está bien darle más poder"), todavía queda vacio el argumento de por qué hay que darle más poder al gobierno. Y si son tan buenos que no van a hacer nada malo con más poder en sus manos para controlar el mercado, entonces ¿para qué lo necesitan?

La realidad es que lo necesitan porque siempre en sus planes está el favorecer a unos a costa de otros sin importar el "color". Derecha, izquierda o lo que sea, son etiquetas estúpidas para dar la sensación de que pueden haber diferentes clases de gobiernos, diferentes alternativas. Pero hay sólo una clase de gobierno: el violento, que prohibe y regula para favorecer a unos en perjuicio de otros. Y esos unos no son sólamente algunas grandes empresas privadas, como nos quieren hacer creer. Entre esos unos también están los políticos que llegaron al poder con el verso de que nos vienen a salvar, los monopolios públicos que existen con el verso de que son necesarios para oponerse al afán de lucro de las "corporaciones", y muchos sindicatos de trabajadores. Todos ellos también son poderosas corporaciones que alcanzan su poder gracias a la intervención del gobierno sobre el mercado. El patrón es el mismo: parece que para salvarnos de la supuesta arbitrariedad de unas corporaciones, debemos someternos a la arbitrariedad real de otras, que nos vienen a "proteger" de las primeras.

Y esto es así porque es la única función que puede cumplir el poder de intervención en el mercado: no proteger a los chicos de los grandes, sino proteger a los lobbies poderosos de la competencia o las decisiones de quienes no están organizados. No hay arma más poderosa contra el abuso en el mercado que la libertad de cada uno de competir cuando se le plazca, complementado con el poder de elegir qué producto o servicio usar. El control sobre el mercado sólo puede tener un efecto posible: quitar opciones al que debe elegir, y cualquier intervención posible puede reducirse a un acto de limitar la competencia o directamente prohibir alternativa. De hecho todo abuso en las relaciones de mercado que no pueda solucionarse mediante la libertad de mercado, proviene precisamente del hecho de que alguna regulación del gobierno obstaculiza la solución.

Si lo que se busca es entonces que "las grandes corporaciones" dejen de "controlarnos", hay que quitarle poder al instrumento que utilizan con ese propósito. La idea de que el gobierno debe tener más poder para oponerse a las "malvadas corporaciones" es un gran engaño que para lo único que sirve es para someternos a un controlador más poderoso, a un nuevo bando, una nueva oligarquía, dirigida desde una dictadura. Mientras el poder de las "grandes corporaciones" contra las que dicen luchar desaparecería tan sólo dejando de intervenir en el mercado, no lo hacen, porque su propósito no es que seamos libres, sino que cambiemos de dueño. Y que sean ellos.

1 comment:

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