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Saturday, September 19, 2009

Algunos aspectos del pensamiento del votante en la sociedad uruguaya

Si hay algo que me molesta en esta campaña electoral es escuchar toda clase de argumentos simplistas a la hora de juzgar y comparar los resultados de las distintas gestiones políticas. Son propias de un pensamiento lineal, que evita el esfuerzo de la más mínima actitud crítica, de la más mínima investigación, del más mínimo estudio, y que es explotado por los políticos, o bien sabiendo que se dirigen a un público que no está capacitado para establecer argumentos más elaborados, o bien porque ellos mismos no están capacitados para ello. O bien, sabiendo que se dirigen a un público que está voluntariamente dispuesto a creer todo lo que sus candidatos dicen, y que voluntariamente se colocan en la posición de hinchada irracional.

Estamos en plena campaña electoral, y lo que debe importar es lo que va a ocurrir en los próximos cinco años. Y para juzgarlo con claridad, se necesita razonar sobre lo que está sucediendo, y cuestionar lo que los políticos dicen en sus discursos. No me va ser hinchada de ningún partido político, ni el voto castigo, ni el voto agradecido, que es aún peor.

Uno de los mitos del pensamiento lineal es que este gobierno fue mejor porque las cifras de desempleo, crecimiento, inversiones y producción fueron mejores que los de los gobiernos anteriores. Aquí el pensamiento lineal, acrítico, establece una relación causa efecto en términos totalmente atemporales, es decir, si coinciden en el tiempo, la relación causa efecto está demostrada. Bajo este enfoque absolutamente superficial no existe la progresión de efectos en el tiempo. Por otro lado, también es un enfoque absolutamente estatista, que atribuye todos los fenómenos que se observan, a las acciones de los gobiernos, cuando en una sociedad existe un incontable número de agentes anónimos cuyos efectos sumados tienen una enorme influencia en la sociedad.

La realidad no se puede comprender con tan simples principios. Y sin embargo, escuchamos a los políticos manejarlos, y a sus seguidores repetir los mismos argumentos sin detenerse a pensar ni cuestionar. Cada vez que el gobierno de turno se atribuye los méritos por los datos buenos que se dieron durante su gestión, jamás debemos dejar de preguntarnos: ¿qué hizo el gobierno para que se dieran esos datos? ¿y qué hizo este gobierno en particular, a diferencia con los anteriores, para que se dieran esos datos? Porque si no se puede dar una respuesta, entonces es obvio que esos datos no son de ninguna manera mérito del gobierno que se los atribuye. Y se debe, por supuesto, dar una explicación alternativa plausible que explique los datos, para completar la crítica.

Veamos, según las cifras del INE (más allá de que son cuestionadas porque hubo un cambio de metodología en la medición), la tasa de desempleo es menor. Pregunta: ¿qué hizo el gobierno para que la tasa de desempleo haya disminuído? La única política del gobierno que se me ocurre que haya empujado a la baja estas cifras es el aumento de los empleados públicos. Sin embargo, el propio gobierno niega esto porque no quiere admitir que el estado se ha hecho más ineficiente y pesado, si bien, a diferencia de gobiernos anteriores, las cifras muestran claramente un aumento, aunque no suficiente para explicar la reducción del nivel de desempleo. El resto de los empleos generados se explica por la actividad privada. Es el capital privado el que demanda la mayor parte de la fuerza laboral. Entonces, explicar los méritos del gobierno en la tasa de desempleo necesita explicar qué condiciones particularmente favorables para la inversión ha establecido este gobierno. Y aquí es en donde no es posible identificar una sola de estas condiciones. ¿Concejos de salarios? Es fácil comprender que los concejos de salarios perjudican los intereses de los inversores, con lo cual, por este lado no existe una condición favorable, sino al contrario. ¿Incentivos fiscales? La DGI ahora recauda mucho más que antes, incluso en comparación con el PBI (ver los dos post anteriores, aquí y aquí). Y si hacemos caso a lo que el propio gobierno dice, que los trabajadores ahora pagan menos que antes, entonces son los empresarios los que pagan proporcionalmente aún más. No existe tampoco por este lado incentivo alguno a la inversión sino, una vez más, todo lo contrario. ¿Mayor apertura comercial? Este gobierno se ha estancado en la ideología latinoamericanista, se ha mantenido fiel al inservible mercosur que en lugar de ser una herramienta para abrirnos puertas ha sido, al contrario, una herramienta para mantenernos atados al proteccionismo de los vecinos más grandes. Sí se han abierto algunos mercados, pero nada que no hubiera hecho cualquier otro gobierno. Y se rechazaron otros muy importantes. En resumen, alguien de la hinchada del gobierno que me identifique una sola medida que explique el crecimiento económico y de las inversiones, porque el conocido artículo de Olesker no lo hace. Tan sólo atribuye al gobierno los datos positivos en términos de los falsos principios de atemporalidad y estatismo.

En cambio, salvo algunas mejoras en la política monetaria que ya he mencionado antes en otros post, la política económica de este gobierno ha sido esencialmente la misma que la de los gobiernos anteriores, como además lo admiten los sectores de izquierda más radicales. De manera que, si se le puede dar algún mérito a este gobierno de algo, también es mérito de los anteriores. Y a juzgar por lo referido en el párrafo anterior, es probable incluso que las cifras macroeconómicas hubieran sido mejores si en lugar de este gobierno, hubiera continuado el anterior, a no ser tal vez por las cifras durante el período de crisis, debido a una parcialmente buena política anticíclica de este gobierno (tasas altas, dolar flotante), que no estoy seguro que otro gobierno hubiera aplicado al mismo nivel.

¿Por qué entonces los índices ahora son mejores que antes? No es porque este gobierno haya hecho mejor las cosas, sino simplemente porque vivimos bajo un gobierno con el que dentro de todo la actividad privada no se obstaculiza lo suficiente como para que eso no suceda y, salvo períodos de crisis, las cosas van paulatinamente mejorando gracias al empuje del sector privado, y no gracias, sino a pesar de los obstáculos del gobierno. Económicamente Uruguay está mejor ahora que hace 15 años, por la misma razón que hace 15 años Uruguay estaba mejor que hace 30, y, si no ocurre alguna catástrofe (que también puede ser política, como por ejemplo, que un Chávez uruguayo asuma el poder), en 15 años estaremos mejor aún, independientemente de quién gobierne.

Y al menos tenemos la suerte de que las mejoras que ha implantado cada gobierno, ha sido continuada por los sucesivos, incluyendo a este último. Se llegó a este punto a través de un largo proceso que no empezó con este gobierno, sino muchísimo antes, y principalmente en la tan condenada década del 90, en cuya dirección este gobierno ha continuado, aunque revirtiendo algunas cosas para mal según he mencionado arriba. Y las mejoras de este gobierno, al menos aquella en las que todos están de acuerdo que son mejoras, se van a mantener con el próximo gobierno, aunque el oficialismo pierda el poder.

Por supuesto, a pesar de eso, este país tiene muchas deficiencias estructurales, sobre las cuales ya he escrito y seguiré escribiendo. Y el programa del oficialismo para los próximos cinco años, a diferencia de otras alternativas, no contiene una sola medida en este sentido, salvo una vaga mención sobre la reforma del estado, que es lo mismo que se decía en la campaña anterior, pero que jamás se atendió. Y no por falta de tiempos y recursos. Sino porque, el gran obstáculo a la reforma del estado, los sindicatos públicos, están detrás de la fuerza de gobierno. Con lo cual de algo podemos estar seguros: bajo ningún gobierno del Frente Amplio, jamás vamos a llegar a ver las necesarias reformas del estado. Y esto no es ningún invento. El resultado de la actitud del Frente Amplio hacia los sindicatos públicos se puede observar en la intendencia de Montevideo, bajo gestión frente amplista desde hace 20 años: la intendencia ya no es más un servicio para los montevideanos, sino un instrumento de acomodo de sus empleados.

Se necesita entonces desmonopolizar los servicios públicos que siguen siendo monopolios, se necesita volver a la política de reducción de empleados públicos que este gobierno revirtió, se necesita volver a la austeridad fiscal que con este gobierno se perdió. Se necesita de una vez por todas vender las empresas públicas que dan pérdidas que pagamos todos los contribuyentes, en lugar de justificarse que en administraciones anteriores las pérdidas fueron mayores, como si eso fuera una razón para seguir tapando las fugas con recursos que podrían utilizarse mejor en otra cosa, para reducir el peso fiscal o para lograr un sano superávit fiscal.

Pero aquí quiero concentrarme más en las limitaciones del votante.

Si desde el punto de vista intelectual podemos hablar del pensamiento lineal, desde el emocional podemos hablar del voto hinchada, y del voto agradecido: "voy a votar a este gobierno porque hizo cosas buenas". Pero ¿debemos votar a un gobierno sólo porque hizo cosas buenas? Lo más razonable es que votemos comparando entre las alternativas sobre lo que se piensa hacer en un próximo período, ya que el fin del voto no es agradecer a los políticos como premio por sus "servicios". Ya bastante han cobrado por eso mientras estuvieron en el poder. El fin del voto es elegir las condiciones para el próximo período. Y aquí deben ponerse en la balanza las propuestas razonables de cada alternativa, y no el agradecimiento, ni los sentimientos de hinchada partidaria enardecida, ni las promesas populistas sin sustento razonable. Cualquiera que justifique votar de acuerdo a alguno de estos últimos criterios, simplemente es cómplice del mal funcionamiento del sistema político, que ya intrínsecamente es un sistema subóptimo. Y si actuando así afirma que cree en la democracia, sencillamente es un hipócrita. Esas acciones sólo conducen a su degradación. Y no a su degradación hacia un sistema mejor, sino a su degradación hacia un sistema político más inestable, más autoritario, donde todos vamos a pasar peor (salvo un puñado de privilegiados).

En fin, que cada uno vote lo que mejor le parezca, pero que al menos lo haga pensando sin vicios ideológicos.

9 comments:

  1. Excelente. Soy argentino, pero este post se aplica a la perfección a la Argentina de hace dos años, justo antes de la elección de octubre de 2007, en la que prevaleció ese "pensamiento lineal" en gran parte de nuestra sociedad, que tristemente tuvo como consecuencia el triunfo de nuestra actual presidenta.

    Estoy totalmente convencido de que con sociedades intelectualmente tan pobres, jamás nuestros países lograrán salir adelante. Y elevar ese nivel intelectual es algo que lleva décadas, y que por otro lado ni siquiera está en marcha, sino más bien se está avanzando en sentido opuesto.

    Excelente el blog.

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  2. Bienvenido, Fede.

    También son responsables los partidos de oposición. Ellos mismos creen en parte el discurso de izquierda. Y en particular en Argentina veo que la oposición es totalmente inoperante.

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  3. Totalmente de acuerdo. La oposición acá en Argentina es patética. En las últimas elecciones legislativas, no hubo en todo el arco opositor ni un solo candidato que se opusiera al modelo económico kirchnerista. Sólo le criticaban la soberbia, el autoritarismo, la falta de diálogo, y esas cosas, que si bien son importantes, no son el centro de la cuestión. La sociedad argentina está enferma ideológicamente, a un nivel que asusta, producto de más de 60 años de propaganda y lavado de cerebros que dio y sigue dando excelentes resultados a la clase política que nos viene sometiendo y destruyendo desde hace tantas décadas.

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  4. Lobo, el único que puede hacer una (limitadísima) reforma del estado acá es el Frente Amplio, justamente, por su alianza con los sindicatos. Nunca permitirían que los partidos tradicionales hicieran una. Ya tenemos indicios de cuando gobernaban ellos.

    Uruguay estará mejor económicamente dentro de 15 años, pero partido social y demográficamente. Quiero equivocarme pero aca no hay futuro.

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  5. Amagi,

    los sindicatos no quieren ninguna reforma.

    Por otro lado, los hechos demuestran lo contrario a lo que decís. Algo se logró cuando gobernaban los partidos tradicionales, como que no? se estaba conteniendo el gasto público, se estaba reduciendo la cantidad de empleados públicos, se logró que algunas empresas se pudieran dedicar a las telecomunicaciones, se logró la desmonopolización de algunas empresas públicas. ¿Qué se hizo durante este gobierno del frente amplio en estos cinco años. Nada, o lo contrario.

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  6. Se redujo la cantidad de empleos públicos sin tomar gente nueva. Eso provocó que la administración pública esté llena de imbéciles que no saben manejar un office. Lo que tendría que haberse hecho, que es lo mismo que tiene que hacerse ahora, es ECHAR (bastante) gente y tomar (menos) gente nueva, jóven y actualizada. Los gobiernos de partidos tradicionales achicaron la plantilla de esa forma cagona, sin tomar gente nueva porque sabían que contra los sindicatos y el frente juntos no podían.

    No se que empresa se dedica a las telecomunicaciones. Contame porque realmente no sé y peco de ignorante. Dedicado sale por Antel si a eso te referís.

    ¿Que empresa pública se desmonopolizó? ¿El Banco de Seguros?

    Pensá un poco como un trosko lobo. Los únicos que podían irse de Gaza eran los del Likud. Estos, de manera bien hija de puta, iban a acusar de vendidos a los laboristas si ellos intentaban la retirada. Esto es lo mismo.

    Y yo no dije que el Frente Amplio quiera una reforma del estado. Digo que es el único que puede hacerla. Obviamente para eso va a tener que hacer un acuerdo con todo el sistema político, y negociar mucha cosa con los sindicatos. Como estoy de buen humor hasta te diría que es posible.

    Pero ta, es Uruguay, y es el Frente. No lo van a hacer.

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  7. ama-gi,

    con las telecomunicaciones me refiero a los celulares. El primer proveedor de celulares en uruguay, movicom, fue posible gracias a reformas en los estatutos de antel hace ya más de quince años.

    El banco de seguros se desmonopolizó si. Las AFAP también son una desmonopolización, muy limitada, pero algo al fin, del banco de previsión social.

    Son cambios, mínimos, pero cambios. Y son esos cambios mínimos que vos decís que son sólo posibles bajo un gobierno del frente amplio.

    Bajo el frente amplio esos cambios no van a llegar antes de 20 años.

    Sobre echar gente, vos sabés bien que no se puede. Ni con el frente, ni con ningún otro partido político. Está prohibido por ley salvo casos muy excepcionales.

    Yo comparo resultados. Y el resultado es que con los partidos tradicionales hubo una reducción, pequeña, pero reducción, de empleados públicos. Con el frente amplio, hubo un aumento.

    En cuanto a eso que se redujo la cantidad de empleados públicos sin tomar gente nueva, no es verdad. Se tomó gente nueva, joven, pero bajo régimen de contratos libres, pasantías, etc. Vino el frente amplio y los pasó todos a planilla, con lo que volvimos a lo de antes.

    Por lo tanto, medios para desmonopolizar y achicar el estado de forma progresiva, los hay. La intención sólo está del lado de los partidos tradicionales, y en particular, creo que lacalle es mucho más agresivo en este sentido que los colorados. Si bien ahora bordaberry también se sumó, a diferencia de sanguinetti en su tiempo, al tema de la desmonopolización. En el primer gobierno de lacalle, la reforma fue imposible por obra y gracia no del frente amplio y los sindicatos, sino de sanguinetti, que vio una oportunidad de lograr popularidad. Ahora sanguinetti no está más.

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  8. Está muy bien lo que decís Lobo, y tenés buena parte de razón, pero tengo que hacerte unos matices MUY importantes.

    Acá la única forma de hacer una reforma del estado es con consensos macropolíticos. El estatismo es algo demasiado engranado en la cultura uruguaya, y la cultura de una sociedad es mucho mas fuerte que una simple circunstancia política. Si no se encara una política de estado fuerte no se cambia. Ninguno de los dos bloques políticos la va a poder hacer por si sola. Uno porque tiene en contra a los sindicatos (y al otro bloque) y el otro porque le debe favores a los sindicatos. Para mí la única posibilidad, y de ahí el ejemplo del Likud, es que el Frente en el gobierno se pudra de que la burocracia les empieze a trancar sus propios proyectos y largue la reforma, con apoyo del resto de los partidos y de la opinión pública.

    Yo creo que solo un acuedo macropolítico con la opinión pública a favor puede vencer a una corporación en este país. Si no es eso no es nada. Y si no es eso, vas a tener que conformarte con las microscópicas reformas que hizo Lacalle en la presidencia.

    (Justamente, lo de echar gente se que no se puede. Esa es la mayor aberración. ¿Que hicieron los blancos para cambiarla?)

    Y que bajen los empleados públicos si bien es importante, no se si determina todo. Si mantenés el número estable y les seguís dando aumentos mucho más grandes que a los empleados privados (Y con la guita de estos) siguen beneficiados. Hay que mirar otras cosas mas.

    Por ejemplo, y activo el modo chicana, las intendencias blancas y coloradas del interior. ¿Ahí bajaron los empleados?

    Y más allá de la reforma del estado, y volviendo a tu artículo, leí de nuevo esta frase: "se necesita volver a la austeridad fiscal que con este gobierno se perdió"

    A mi disculpame, pero la guita para estancieros, industriales, y bancos fundidos no empezó con este gobierno. Las más de 70 refinanciaciones que dió el BROU al atorrante, explotador y ESTATISTA sector agropecuario, po dar solo un ejempo, no empezaron con el frente. Si decís que la austeridad fiscal se perdió con este gobierno Lobo quiere decir que los anteriores la tenían. Para mí que no pensaste mucho cuando redactaste esa frase. O estabas jodiendo.

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  9. ama-gi,
    con respecto a lo de la austeridad, solo basta referirme a las cifras de la evolución de la recaudación que publiqué dos posts atrás. Teniendo en cuenta que

    Obviamente, como estado, siempre va a ser ineficiente y siempre van a estar los avivados. Yo no estoy defendiendo al estado, sólo manifiesto una preferencia por un estado que gaste menos frente a un estado que gaste más. No defiendo las prácticas de los partidos tradicionales. Pero no tengo más remedio que elegir entre esas prácticas y las del frente amplio.

    El tema de las intendencias ya es otra cosa diferente. Acá no votamos intendencias y el artículo no se refiere a ellas, sino al gobierno central. Al menos durante los últimos gobiernos antes de este la planilla de empleados públicos se fue reduciendo.

    Y no, no se puede echar gente, pero al menos se puede evitar que sigan entrando.

    Y no creo que el frente amplio tenga proyectos que se vean entorpecidos por los sindicatos. No es una cuestión de que el frente amplio le deba favores a los sindicatos. Es algo mucho peor: los sindicalistas están dentro del frente amplio. De manera que yo no creo que los proyectos del frente amplio se vean obstaculizados, ya que los proyectos del frente amplio incluyen el darle mayor poder a los sindicatos. Hace 20 años que hay frente amplio en la intendencia de montevideo. Y el sindicato ha sido combatido? Al contrario, está cada vez más fortalecido. Como dice el pepe, ser sindicato público con un gobierno del frente es una papa.

    Lo que se necesita es una fuerza opuesta, y que además sepa hacer llegar a la gente el problema y sus esfuerzos en ese sentido. Que los combata en serio. Si no se puede con eso, menos con un gobierno que no sólo no mueve un dedo para enfrentar a los sindicatos sino que los defiende y les da todo a costa de los contribuyentes.

    Y creo de todas formas que la relación de fuerzas es distinta ahora que en los 90. En esa época todo el mundo se creía el verso de que las empresas públicas son de todos. Y hablar de venta o desmonopolización era tema tabú y era perder las elecciones.

    Ahora tenemos por primera vez en una campaña electoral dos candidatos hablando de desmonopolización y de venta de las empresas que dan pérdidas. Algo ha cambiado.

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